El Viaje Definitivo
Juan Ramón Jimenez
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Este
poema me hace ver lo poco importantes que somos, hagamos lo que
hagamos con nuestra vida, cuando nos vayamos, no pasará nada, todo
seguirá igual, “Los pájaros seguirán cantando”
Quizá,
quede alguien que durante un tiempo nos añore, o piense que no podrá
seguir adelante sin nuestra presencia, pero no es cierto, la vida
sigue igual, como si no hubiéramos estado aquí, “Los pájaros
quedarán cantando”; seguirá saliendo el sol todos los días,
seguirá habiendo personas felices y desgraciadas , con intereses
distintos y distintas ilusiones... todo seguirá igual.
Creo
que de vez en cuando está bien leer este poema, aunque solo sea para
bajarnos un poco los humos; hay momentos en los que nos puede el
orgullo y la prepotencia, no somos conscientes de lo efímeros que
somos y de que solo unos pocos dejan huella, la gran mayoría solo
somos aves de paso, aves migratorias con destino desconocido.
Quizá
esto que he escrito pueda parecer triste o derrotista, no es mi
intención, creo que es realista, yo lo siento así.
Yo
me siento feliz con este trocito de cielo que estoy disfrutando y con
estos pájaros que cantan ahora que son “mis pájaros, con mi
pequeño y verde huerto y mi cielo plácido"
Quizá la felicidad consista en eso, en saber valorar lo que se tiene en cada momento y yo me
siento afortunada porque tengo personas que me quieren y eso... eso
hace que mi espíritu hoy no esté nostálgico
LLevas toda la razón Ana, así es la vida, por lo tanto hay que seguir para adelante hasta que se cumpla nuestro viaje e intentar no complicarnoslo demasiado para que sea mas fácil.
ResponderEliminarUn besico guapa
Yo creo que es una verdadera pena que llegue un momento, un instante donde todo acabe , que todo termine, que dejemos de existir, que ya no podamos disfrutar mutuamente de la amistad o el cariño de los que nos rodean y en ese mismo instante dejemos de existir. Y mas triste que todo siga igual, la gente, las rutinas o el quehacer diario.
ResponderEliminarYo también opino que hay que disfrutar y vivir cada momento con si fuera el ultimo, pero que difícil se me hace pensar que tenemos que volver a la monotonía de la vida porque sí, porque la vida sigue.Y tu sabes muy bien lo que a mi me esta costando volver a la normalidad sin mi querida amiga Mar y.
Aunque los pájaros sigan cantando y el color de la vida siga, los corazones de las personas que se queden, se quedaran vacíos y doloridos y, aunque no pase nada, si pasa en las vidas de los que realmente nos quieren.
Nuestro viaje final esperemos que sea lo menos doloroso para los que nos rodean y que nos recuerden con la mayor de la alegría aunque sea dificil.
Una poesía bonita aunque dura.
Un besito guapa