viernes, 12 de julio de 2013

Encuentros de un caracol aventurero


  Hoy quiero compartir con vosotros este "cuento" de Federico García Lorca, que he leido hace poco y me ha encantado. 
He de confesar que apenas había leido nada de este gran poeta y que gracias a mi querida Angustias lo he descubierto, a ella le gusta mucho la obra y vida de este autor del que es una gran conocedora y por esto y por el gran cariño que la tengo quiero dedicarla mi humilde trabajo, espero que sepa disculpar los muchos fallos que, sin duda, tiene y los compense la ilusión con que lo he realizado.

También se lo dedico a mi hermana, creo que, gracias a su espíritu juvenil y soñador, la gustará.

NOTA.-Ayer(26/7/13), alguien muy experto en la vida y obra de Lorca me "aclaró" que esto no es un cuento, sino un poema.
Nunca ha sido mi intención molestar a nadie sino todo lo contrario, he pretendido compartir mi placer al leer algo tan hermoso y, quizá, jugar un poco con la riqueza de nuestro lenguaje que nos permite dar distintas formas a un buen texto.
 
Encuentros de un caracol aventurero







Hay dulzura infantil en la mañana quieta.

Los arboles extienden sus brazos en la tierra.

Un vaho tembloroso cubre las sementeras y las arañas tienden sus caminos de seda

-Rayas al cristal limpio del aire-



En la alameda

un manantial recita su canto entre las hierbas,

y el caracol, pacífico burgués de la vereda,

ignorado y humilde, el paisaje contempla.


La divina quietud de la naturaleza le dio valor y fe

y olvidando las penas de su hogar, deseó ver el fin de la senda.



Echo a andar e internóse en un bosque de yedras y de ortigas. En medio había dos ranas viejas que tomaban el sol aburridas y enfermas


-Estos cantos modernos, murmuraba una de ellas,

son inútiles. 
-Todos, amiga, le contesta la otra rana, que estaba herida y casi ciega: Cuando joven creia que si al fin Dios oyera nuestro canto, tendría compasión. Y mi ciencia, pues ya he vivido mucho, hace que no la crea. Yo ya no canto más...



Las dos ranas se quejan pidiendo limosna a una ranita nueva que pasa presumida apartando las hierbas.



Ante el bosque sombrío el caracol, se aterra, quiere gritar. No puede. Las ranas se le acercan.



¿Es una mariposa?, dice la casi ciega


-Tiene dos cuernecitos, la otra rana contesta. 
-Es un caracol. ¿Vienes, caracol, de otras tierras?



-Vengo de mi casa y quiero volver pronto a ella.

-Es un bicho muy cobarde, exclama la rana ciega.

-¿No cantas nunca?

-No canto, dice el caracol.

- ¿Ni rezas? 
- Tampoco: nunca aprendí.

-¿No crees en la vida eterna?

-¿Que es eso?

-Pues vivir siempre en el agua más serena, junto a una tierra florida que a un rico manjar sustenta.

_Cuando niño a mi me dijo un día mi pobre abuela que al morirme yo iría sobre las hojas mas tiernas de los árboles más altos.


_Una hereje era tu abuela, la verdad te la decimos nosotras. Creerás en ella. Dicen las ranas furiosas.



¿Por qué quise ver la senda? Gime el caracol. 
Sí, creo por siempre en la vida eterna que me predicáis...



Las ranas muy pensativas, se alejan, y el caracol asustado, se va perdiendo en la selva.



Las dos ranas mendigas como esfinges se quedan. Una de ellas pregunta:

-¿Crees tu en la vida eterna?

-Yo no, dice muy triste la rana herida y ciega,

_¿Por qué hemos dicho entonces al caracol que crea?

-¿Por que...? No sé por qué, dice la rana ciega, Me lleno de emoción al sentir la firmeza con que llaman mis hijos a Dios desde la acequia...



El pobre caracol vuelve atrás. Ya en la senda un silencio ondulado mana de la alameda.

Con un grupo de hormigas encarnadas se encuentra.

Van muy alborotadas, arrastrando tras ellas a otra hormiga que tiene tronchadas las antenas.

El caracol exclama:

 -Hormiguítas paciencia. ¿Por qué así maltratáis a vuestra compañera?. Contadme lo que ha hecho . Yo juzgaré en conciencia. Cuéntalo tu hormiguita.
La hormiga medio muerta dice muy tristemente:

-Yo he visto las estrellas.

-¿Que son estrellas?-dicen las hormigas inquietas.

Y el caracol pregunta pensativo: -¿estrellas?

-Si, repite la hormiga, he visto las estrellas. Subí al árbol más alto que tiene la alameda y vi miles de ojos dentro de mis tinieblas

El caracol pregunta: ¿Pero que son estrellas?

_Son luces que llevamos sobre nuestra cabeza.


_Nosotros no las vemos, las hormigas comentan.

Y el caracol,
- mi vista solo alcanza a las hierbas.

Las hormigas exclaman moviendo sus antenas:

_Te mataremos, eres perezosa y perversa. El trabajo es tu ley.

-Yo he visto las estrellas,. Dice la hormiga herida.

Y el caracol sentencia:

-Dejadla que se vaya, seguid vuestras faenas. Es facil que muy pronto ya rendida muera.



Por el aire dulzón cruzado una abeja. 
La hormiga agonizando huele la tarde inmensa y dice, es la que viene a llevarme a una estrella.

Las demás hormiguitas huyen al verla muerta.



El caracol suspira y aturdido se aleja lleno de confusión por lo eterno. 
La senda no tiene fin, exclama:
-Acaso a las estrellas se llegue por aquí. Pero mi gran torpeza me impedirá llegar. No hay que pensar en ellas.



Todo estaba brumoso de sol débil y niebla.

Campanarios lejanos llaman
 gente a la iglesia,  
y el caracol, pacífico burgués de la vereda,

aturdido e inquieto el paisaje contempla.






Federico García Lorca

Diciembre de 1918,

Granada

Tambien he confeccionado este vídeo,espero que os guste, yo he disfrutado mucho haciendolo


Un Besin
Ana

3 comentarios:

  1. UN trabajo genial, inmejorable. Un tema el de la eternidad y la esperanza en el mas alla, un tema muy bueno para debatir.
    El caracol y su postura, la falta de credibilidad que tenía la hormiga herida para con sus compañeras, o quizás deberia de decirlo al revés?? no se. Y sobre todo la esperanza de la hormiguita de ver de nuevo las estrella en el lecho de muerte.
    Muy bonito, muy sencillo pero con muchisimo contenido.
    Me encantó la primera vez que lo leí pero ahora me ha gustado mucho mas.
    Un "HUrra" por tu descubrimiento y tu exposición del trabajo.
    Besillos
    María Jesús.

    (Estoy segura de que a María Angustias le encantará)

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana acabo de ver tu cuento del caracol y me ha encantado es increible la facilidad que tienes para poner esas cosas bonitas y lo del video es estupendo la forma de narrar la historia con esa voz tan bonita y tan dulce no sabes lo que te envidio con esa imaginación para hacer cosas tan bonitas, espero que sigas asi todo el verano con casas nuevas y sorprendentes.
    Yo espero ponerme algun dia y hacer algo, pero yo tengo ahora la cabeza en otro lado conprendelo.
    un beso.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Ana por darme a conocer este genial poema de García Lorca.
    Me parece buenísimo y es como la vida misma. Lorca tenía mucha imaginación pero además hablaba con mucha gente del "pueblo" y sabía muy bien plasmar el canto popular. Difícil a veces comprender por sus metáforas pero si los relees llegas a comprender cuanto hay en ellos y en este como en la mayoría de su obra, hay premonición de muerte y tragedia.
    Me encanta las fotos, el video y tu voz. Buenísimo en su total
    Un besico Ana

    ResponderEliminar